No cabe duda que una de las cosas que se deben extrañar más, cuando uno pierde a su madre, debe ser el aroma y sabor de su comida.
Y es que, no es que uno las trate como esclavas de la cocina o que yo esté diciendo que eso es lo único que importa, de hecho, yo sería feliz enviando a mi mamá a un crucero; sin embargo, no sé que será de mi vida cuando ya no me sea posible cruzar por la cocina teniendo el placer de oler y probar (a escondidas) los platillos de mi madre que con tanto amor hace para mi.
I love my mom.
1 críticas:
Yo pienso todo el tiempo lo mismo, sobretodo porque he aprendido que no hay nada como su comida, en gto nada me gustaba y llegar a casa y oler y comer... aah una de las cosas más perfectas de la vida!
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